jueves, 13 de diciembre de 2007

¿Qué país tendremos?


Foto:Ricardo Castiñeira, a quien conocí en Casa de Gobierno y apoyo con una muestra de su "ojo clínico".

Los casi 3,1 millones de votos (sólo provincia de Buenos Aires) que consiguió la senadora y presidente electa Cristina Fernández, son la ofrenda que las clases bajas y parte de las capas medias del país le entregaron en pos de conservar lo que con tanto esfuerzo han conseguido.
Sin embargo, no debemos olvidar que más del 25% - votó el 72.61% - de la población de la Provincia de Buenos Aires, no se sintió identificada con las opciones electorales y no cumplió con su deber y derecho cívico. Con el agravante de que se incrementó en al menos 5 puntos –en la escala nacional- el porcentaje de deserción con respecto a las presidenciales de 2003, en las que fuera electo el actual presidente Néstor Kirchner, luego de que el ex presidente Carlos Menem no aceptara presentarse al ballotage.
La confianza depositada en Cristina forma parte de una línea sucesoria que sin dudas ha hecho mucho por el país en materia de derechos humanos y reivindicaciones a las clases postergadas.
Sin embargo, quedan pendientes de solución algunos temas en lo que respecta a la economía, la Iglesia e inversiones extranjeras, sobre todo con los Estados Unidos. Los últimos problemas estarían esbozando – aunque sea de manera provisoria- los lineamientos para su solución. La senadora ha instado al pueblo argentino y a sus funcionarios a no generar conflictos, a poner la otra mejilla. La Iglesia vio con buenos ojos, primero su pronunciamiento en contra del aborto y su discurso conciliador e integrador tras los comicios de octubre, por lo que la Conferencia Episcopal Argentina envió una carta felicitándola por su inobjetable triunfo.
Lo propio hizo el actual presidente de los Estados Unidos, George W. Bush a través de un llamado telefónico, aunque las intenciones de reconciliación fuesen luego desmentidas desde la Casa Blanca.
En materia económica, el FMI ha dado ya los consejos que deberá seguir la Argentina para “controlar la inflación”, ya que según el organismo, nuestro país crecerá –si bien en un porcentaje menor al actual- durante 2008: se especula con que el desarrollo económico alcanzará el 5,5 %, contra el 7,5% de este año. Las indicaciones produjeron efectos inmediatos en el Ejecutivo nacional, por lo que la primera dama piensa acelerar la implementación de un nuevo sistema de medición de inflación en el Indec, que tendrá como modelo el de los Estados Unidos, en el que se eliminarían los precios estacionales.
Con el objetivo de bajar algunos precios internos y dejar un panorama fiscal más aliviado a su esposa, Kirchner avanzó por pedido de la presidenta electa en la toma de algunas medidas concretas: aumento en las retenciones en trigo, soja y maíz .
También confirman en la Casa Rosada que hay que pensar en retoques "pequeños y graduales" en tarifas de gas y energía eléctrica a los sectores de altos ingresos, mientras que en los segmentos de menores recursos se fijaría una tarifa social.
Argentina es el segundo país con mayores problemas de inflación en América latina después de Venezuela, según las Proyecciones de la Economía Mundial-Octubre 2007. Para este año, el FMI estima que la inflación será del 9,5% y de 12,5% para 2008. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sostuvo que "la inflación en los últimos 12 meses ronda el 9,8 por ciento" y que el dato surge de la información brindada por el Banco Central "respecto a todas las consultoras económicas del país". De igual modo, pronosticó una inflación de 10,8% para 2008.
Para la próxima gestión, Cristina anticipó que priorizará las políticas de seguridad con programas económicos de inclusión social, la lucha contra la pobreza y la desocupación.
Sobre política exterior dijo que profundizará la relación del Mercosur y que buscará un acercamiento mayor en la región en materia energética.
Además, Néstor Kirchner buscará desacelerar el crecimiento y el gasto social, por lo que se espera una merma en las obras públicas. Por otra parte, el presidente intentará acelerar las negociaciones con el Club de París para reprogramar la deuda de 6.300 millones de dólares, aunque se sabe que ese acuerdo no se cerrará hasta después del recambio.
En lo que respecta a la prensa, Cristina Fernández prometió un tratamiento más duro que el dado por el gobierno desde 2003. Es más, le reclamó “una revisión” de lo que el periodismo ha escrito sobre los Kirchner y su relación con Santa Cruz. “Creo que los medios de comunicación deberían hacer una revisión de esto, porque la democracia exige un sistema comunicacional transparente, donde los medios de comunicación sean de comunicación y no de posición”, señaló la senadora.
No hay que olvidar que la primera actitud que tomó la primera dama al ser confirmada como candidata fue visitar a los jefes de Estado y empresarios más importantes de Europa.
Según lo expuesto, nos encontraríamos frente al país que ya conocemos. Con algunos retoques en las relaciones internacionales. Para alegría unos. Y tristeza de otros.
Gastón Ariel Vega 05/11/2007

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