Momentos II

Me duermo, me duermo, me duermo... Mi abuelo decía que lo sintió cuando la Gran Depresión. Y le echaba la culpa de su artrosis. Pobre abuelo! Siempre de espaldas a la ciencia y la tecnología. Bastaba verlo un domingo al lado de la parrilla, con su pantaloncito azul apenas debajo de sus tetillas. Me duermo, me duermo... Basta! Voy a la cocina y prendo un cigarrillo. Cuando la vista se acostumbra a la luz, se pierde en un rincón lleno de piedras sanitarias de Benito (mi gato); pero me cuesta mucho agarrar la pala y juntarlas. El cuerpo está como entumecido, sin reacción. Vuelvo a la cama.
Hoy vi una foto de Syd Barrett, de 1967, justo antes de “volverse loco”. Esa cara que precede a la vuelta en sí. Cuando estamos pensativos y pasamos a la acción: ese momento. Me gusta tratar de pensarme pensando. Como a Descartes. Entonces, ese segundo antes de decir: “si, si te escucho”. Bueno, esa cara de baba, de ira y amor, de Pum! Entonces, me acuerdo de su cara y me parece... Puff! Ahí me di cuenta de que tenía esa cara. Dibujo en la pared del cuarto algunos goles de Martín Palermo. Hasta recuerdo el aroma que había en casa al momento de cada gol. Cuando esta ilusión óptica se desvanece, la pantalla del televisor apostado sobre un banquillo, se vuelve más clara. Si, esa claridad que sólo tiene en la oscuridad. Como los ojos del gato. Pienso en un tema que hace tiempo me gira en la cabeza. Mientras la canto, imagino esto en MI, esto en DO, aquello en LA. Me levanto un segundo y agarro el bajo. Zás! Cuando toco las notas me doy cuenta que la afinación de mi cabeza me falló. Claro, si no está en orden... Tengo frío y en medias y slip es difícil aguantar. Me tapo hasta debajo de los ojos. La mujer que amo duerme hace rato. Ni ronca, lo que me hace sentir más sólo en la habitación. Giro. De un lado al otro. Y parece que me agarra calor. Por supuesto, es como hacer gimnasia en medio de la noche. Creo que es la ansiedad.
Hoy me dijo que ya pasaba.

Gastón Ariel Vega, 12/06/2008