sábado, 9 de octubre de 2010

Inside



Si al temerle pierdo un trozo de mi vida
y pensar en ese último adiós me duele,
si el momento que siempre soñé se hace carne en mí
prometo no olvidar mis palabras y tu bello rostro dibujado en lágrimas.

Ingrata es la solución y doloroso el costo de no creer
que fuera posible ser tan perfecto allí afuera,
quizás la experiencia de tu amor haya sido más
que la trascendente idea de un ser que alguna vez conocí.

Si es que me atrapa antes de tiempo será cuestión natural, en la que espero tan sólo
poder elegir el momento en que mis manos ya no sientan movimiento,
y sumergidas en mi espalda, sientan el calor de las tuyas sobre mi corazón;
mientras tu memoria guarda por siempre el camino de nuestro encuentro.

Y que sean mis pensamientos, libres para volar
cuanto quieran en el viento, y así me puedan recordar
porque así he vivido mi vida: libre y feliz
por haber vivido esa experiencia: la de soñar parado sobre mis pies.

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